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La pesadilla del acné a los 30 y lo que SÍ me ha funcionado

Empezando mis 30 años el acné se apoderaba de mi cara, lo probé todo y aquí les cuento lo que sí me funcionó.

La pesadilla del acné a los 30 y lo que SÍ me ha funcionadoLa pesadilla del acné a los 30 y lo que SÍ me ha funcionado

Antes que nada, mi recomendación es siempre hablar con un dermatólogo y no tomar medicación sin el seguimiento y prescripción de un médico. Aquí solo quiero compartir mi experiencia con el acné adulto y dar algunos tips que me funcionaron para mejorarlo notablemente.

En mi adolescencia no sufrí del fastidioso acné, a comparación de muchas amigas logré superar invicta de crisis de acné mi pubertad. El problema vino después con el acné de adulto. Entrando a mis 30 ya empezaban a hacerse notorios los problemas. Fui al endocrino, fui al dermatólogo, hasta a mi ginecóloga le comenté de mi problema. No había desbalances en mis hormonas y sólo detectaron que mi piel generaba demasiada grasa y que debía ser tolerante con mi problema y llevar una buena higiene facial. Aquí les cuento los que me funcionó:

1. Un punto clave es el juicio en la higiene facial

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La dermatóloga que me habló de la opción de antibiótico me preguntó ¿eres realmente juiciosa con la limpieza de la cara? Yo le respondí que sí, pero la verdad es que no siempre dedicaba los 5 minutos antes de acostarme a limpiar realmente bien mi cara. Cuando decidí meterle disciplina y dedicar 5 minutos de limpieza dedicada, empecé a notar los cambios.

2. No cambies de productos cada semana, dales tiempo y consistencia para evaluar si realmente funcionan

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Sé que muchas de ustedes han comprado productos en el supermercado esperando que sean milagrosos… y ¡no! No hay productos milagrosos, hay productos muy buenos pero requieren de disciplina y darle tiempo a nuestra piel para responder. Yo opté por un limpiador fácil y un tónico de precio medio, pero era estricta con los 5 minutos diarios y un mes con el mismo producto. Eso me funcionó.

3. Además de la limpieza, el tónico es clave

Además del producto que elijas para desmaquillar y limpiar, el tónico facial ayuda a obtener una limpieza más profunda y refrescar la piel; dependiendo de la marca que elijas, pueden ayudar a balancear el PH de la piel y cerrar un poco los poros.

4. Aunque tu piel sea grasa, necesita hidratación

Yo creía que no debía aplicar ninguna crema hidratante ya que tenía una piel grasa, sin embargo, mi dermatóloga me recomendó buscar una crema hidratante libre de aceite y compatible con pieles acnéicas, en el mercado hay muchas para probar.

5. No olvides el protector solar ¡nunca!

Usar a diario protección solar es algo que debe estar en toda rutina de cuidado de la piel, especialmente si ya hay marcas de acné (como en mi caso), así evitas que se vuelvan más pronunciadas a causa de la exposición solar.

6. Una toalla limpia, exclusiva para la limpieza facial

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Además de recomendarte secar tu cara con mucha suavidad después de la limpieza para no irritar la piel, yo compré dos toallitas que dediqué exclusivamente para mi cara, muchas veces por afán usamos la misma toalla de las manos para secar nuestra cara y eso expone tu piel a muchas bacterias.

7. Fíjate en hábitos que pueden exponerte a bacterias

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Intentar extraer los granitos con las uñas o con cualquier otra cosa no es buena idea, dejamos cicatrices, llevamos bacterias a la piel y empeoramos el acné. Tocar la cara con frecuencia en el día aporta a que los poros se bloqueen con grasa y suciedad que hay en nuestras manos, yo tenía la fea costumbre de cogerme mucho la cara y desde que trato de no hacerlo he visto un cambio positivo en mi piel.

8. Elige el maquillaje adecuado para tu piel

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Hay productos de maquillaje con alto contenido de grasa y que no son aptos para pieles con tendencia de acné. Si tu piel es grasa, busca productos sin aceites, usa polvos minerales y siempre retira el maquillaje muy bien antes de dormir.

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