¿Por qué debo seguir usando brasier?

Han dicho que es malo, que causa flacidez, que no sirve para nada, que aprisiona la libertad de la mujer… ¡Pero seguro lo tienes puesto ahora!

¿Por qué debo seguir usando brasier?

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Recuerdo que hace unos años (2013) salió un estudio francés que aseguraba haber encontrado perjuicios en el uso del brasier. La investigación concluía que esta prenda no ayudaba para nada a sujetar el pecho, reducir el dolor de espalda o prevenir la flacidez prematura. Es más, aseguraba que quienes no usaban sostén tenían en promedio los pezones 7 mm más arriba aquellas mujeres que lo usaban a diario.

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Este estudio, que hizo muchísmo ruido en internet en el momento de su difusión, ignora una razón básica por la cual las mujeres usamos brasier: ¡COMODIDAD! A riesgo de echarme encima a algunas valientes mujeres que quemaron esta prenda durante sus años mozos, he aquí 11 razones por las que debemos seguir usándolos:

1. El brasier impide que tus senos se junten con la barriga: Suena horrible y lo es, sobre todo si te estás muriendo del calor y sientes que el sudor ha adherido tus pechos a tu abdomen. 

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2. Mantiene tus pechos en su lugar: Esto es básico cuando corres, te empujan en el transporte público, te pones una cartera cruzada y vives otras situaciones en las que, de no tener esta prenda, tus amigas quedarían en recreo.

3. Por higiene: Cuando no usas brasier (y lo sé porque lo he hecho) tienes que acomodárte las pechugas constantemente, pues créeme, cada una irá por su lado; el problema es que te las acomodas con las manos, que generalmente están sucias si andas por la calle o estás en el trabajo.

4. Nadie se entera de tu temperatura corporal: Una de las cosas más molestas que experimentamos cuando no usamos brasier es el endurecimiento repentino de los pezones, el cual delata cuándo sentimos frío e incentiva que la imaginación les vuele a los malpensados. 

5. Tampoco se entera nadie de lo que te emociona: Cuando nos excitamos los pezones también hacen lo suyo y el brasier se encarga de mantener solo para nosotras aquello que debe ser íntimo y discreto.

6. Evitas el exhibicionismo accidental: Tal vez te ha pasado que, de repente, un botón de tu blusa salta, dejándote casi al desnudo, o un chaparrón te agarra sin sombrilla empapando tu camiseta… ¿Qué prefieres mostrar? ¿Los senos o el brasier?

7. Estarás simétrica: Si no tienes implantes, sabes que no hay poder humano (más allá del brasier, por supuesto) que mantenga a tus amigas apuntando hacia la misma dirección. Esta prenda lo logra.

8. Impedirás irritaciones: La piel del pezón es una de las más delicadas y sensibles del cuerpo, por eso distintas telas o texturas que rocen constantemente con ella pueden lastimarla. Los materiales de los que están hechos los brasieres son suaves y (lo más importante) el contacto con tu cuerpo es fijo, no de rozamiento.

Ya tienes muchos argumentos para contradecir a aquellas que te recomiendan no usar brasier… Pero si decides quitártelo, puedes utilizar la técnica de Toñito, ¡con una sola mano!

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